miércoles, 25 de septiembre de 2013

TODO POR UN TRAPO

Soy Colombiano, mas exactamente Bogotano, nacido y criado en esta ciudad por unos padres y un colegio que me enseñaron el amor por mi ciudad y todo lo que hay en ella. Pero en cuanto a fútbol no tengo en cuenta la geografía, soy hincha de Nacional por el fútbol y el toque que siempre ha manejado (tal vez por ello soy tan critico de la era resultadista de Osorio), me gusta el juego que impuso el Barcelona de España y adoro la imponente aplanadora que es la selección Alemana. Mas que pinchar en un mapamundi el país de moda, es ver una filosofía de juego y ser fiel a ella.
Por ese mismo motivo hoy tuve una serie de desacuerdos con conocidos y desconocidos por cuenta de los sucesos acontecidos la noche anterior, donde dos ciudadanos, como usted y como yo, murieron a manos de delincuentes que vieron en sus víctimas un delito que se paga con la vida: no simpatizar con su equipo de Fútbol.
Si hacemos un recuento, este tipo de situaciones siempre han existido desde que el ser humano habita en la tierra, el de la otra tribu, el del otro reino, el de la otra religión, el de la otra clase social, cualquier cosa ha sido pretexto para enterrarle el cuchillo a alguien, el caso mas doloroso de este fanatismo, fue un idiota que por su odio hacia una minoría, llevó al mundo a la confrontación bélica mas grande que haya visto el mundo, donde 50 millones de personas murieron para que el quedara satisfecho. Sin contar con un presidente Yugoslavo que se le ocurrió exterminar a todo un pueblo porque no querían someterse, en fin.
Lo que mas rabia da en este asunto es que ni siquiera somos originales en estos asuntos. Los Hooligans fueron la peor plaga de la sociedad Británica de los años 80, sus acciones y lo que provocaron generó la respuesta decidida de su primer ministro, la dama de Hierro Margaret Tatcher, quien lideró un proceso que no solo salvó la sociedad de mas desastres, sino que salvó el espectáculo del Fútbol, en un país donde hoy se tiene una de las mejores ligas del mundo.
Pero como este asunto no podía quedarse así, los argentinos copiaron el modelo (se creen la colonia europea en américa), y lo trajeron a sus estadios con un acento gaucho inconfundible, canticos, barras y canciones que despertaban cualquier tipo de pasiones. Las medidas del gobierno argentino han sido insuficientes y aún hoy se generan choques brutales entre  barras bravas de diversos equipos.
Ahora viene el caso Colombiano. Como si no fuera poco estar invadidos de productos orientales, de multinacionales gringas y de Europeos tercermundistas que se creen de otro planeta, importamos no solo la cultura, sino los canticos, las barras y las canciones de los pares Argentinos, y no contentos con eso, se nos ocurre copiar el acento (si, costeños, cachacos y paisas unidos en un solo acento, el argentino) como si eso fuera algo digno de mostrar.
No solo copiamos los modelos sino que también importamos el odio y la violencia a los estadios, atrás quedaron las épocas en que se iba al estadio en familia a gozar de un partido en paz, ahora toca ir prevenido porque un “barrista” lo puede apuñalear a uno si lleva la camiseta del visitante, y lo que es peor, piden limosna cual mendigos dizque para la “causa”. Ahí se ve el nivel de descomposición al que se llega por una camiseta.
Para no alargar el cuento, al estadio hoy se va es a gozar a lo argentino, así que el amor por la ciudad queda olvidado porque pisoteamos hasta el himno nacional, con una violencia importada de Inglaterra, un acento traído de tierras australes, para matarnos con chuzos hechos en China, y salir corriendo con unas zapatillas hechas en Taiwan, y ¿lo critican a uno por ser hincha de un equipo de otra ciudad?


PS: Si sonaba estúpido el hecho de pensar que porque Nacional hace parte del grupo Ardila Lulle, tenía los campeonatos ganados, suena aún más estúpido pensar que ahora gana porque papá Ardila tiene chequera sin fondo para el equipo. Primero, Nacional es el equipo que mas ganancias reporta ante el Gobierno, segundo, más de uno debe ser hincha del Real Madrid, Barcelona o Chelsea, equipos con un musculo económico mucho más fuerte, tercero, todos esos años chupando teta del gobierno, y si no quisieron aprovechar fue porque seguramente estaban contentos con el manejo que el “Chiqui” le dio al equipo, que el si supo ver el negocio donde era, y casi lleva el equipo a la quiebra.