martes, 16 de junio de 2009

TRISTES DESPEDIDAS. EL ALTANTIS VA PRIMERO (PARTE I)


En épocas de parapolítica, aviones perdidos, pandemias porcinas, idiotas con poder (cada día son mas), es triste ver como la flota de artículos científicos más costosos, complejos y de mayor valor intelectual de nuestras épocas, sale de circulación paulatinamente, ante la mirada atónita de pocos, y la indiferencia de muchos.

Hablo del transbordador espacial, más conocido como el “camión del espacio”, maquina ideada para reemplazar a los ya gastados pero imponentes SATURNO V (léase Saturno 5), una idea tan loca como novedosa y que le dio a la industria aeroespacial un impulso importante. Para aquellos que nunca supieron cómo era este asunto, me he tomado el trabajo de escribir una pequeña sinopsis de la historia de este aparato.

IDEA Y DESARROLLO

Ante los rotundos y decisivos éxitos del programa espacial norteamericano,  la NASA proyectó una importante reducción de costos en sus misiones de cara a sus nuevos proyectos, que en su orden eran, la construcción de un nuevo tipo de nave de carácter reutilizable, el desarrollo de la primera estación espacial permanente (siguiendo las enseñanzas de la Skylab) y finalmente la puesta de un hombre en Marte. Corrían los mediados de los años 70 y la NASA vivía en sus épocas de oro, los proyectos Viking, Pionner y Voyager habían enseñado más de lo que se había hecho en el resto de la historia a punta de telescopios, y era definitiva la conquista del espacio para asegurar la supervivencia de la “democracia” sobre el comunismo.

Es así como se priorizan las necesidades de la NASA, ya que sin un transbordador (desde sus inicios fue apodado así y como tal se quedó) era imposible pensar en la construcción de una estructura como la estación espacial FREEDOM (que sería rebautizada como ISS o Estación Espacial Internacional por sus siglas en ingles y el aporte de más de 18 países a su desarrollo y construcción) y mucho menos pensar en la posibilidad de un viaje a Marte sin los conocimientos de una estancia prolongada en el espacio.

Los primeros diseños tenían diferentes estilos, empezando por capsulas reutilizables hasta naves que aun suelen ser fantasiosas por su diseño y tecnología aplicada, dentro de todas estas, y sin negar la participación de los militares en estas decisiones, el diseño ganador fue un modelo tipo ala delta acoplado a un inmenso tanque de combustible y dos propulsores adicionales que le servirían de empuje inicial, trabajaría en el espacio al mejor estilo de las estaciones espaciales con módulos completamente autónomos y regresaría a la tierra como un planeador (o ladrillo volador en términos más coloquiales) para aterrizar en dos pistas especialmente diseñadas para tal hecho, la pista del centro espacial Cabo Cañaveral, y la pista de la base de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Edwars (California).

En cuanto el diseño preliminar estuvo listo, se inicio la construcción del primer OV (orbiter vehicule) que sería llamado Constitution, en conmemoración a los 200 años de la carta magna gringa, pero un grupo de fanáticos de la famosa serie de televisión STAR TREK, convencieron a la casa blanca de cambiarle en nombre a este aparato y ponerle el de ENTERPRISE. Este modelo fue el guía para construir los demás, además de servir como modelo a escala 1:1 para las pruebas de aerodinámica y pilotaje, realizadas en Edwars.

Luego de los procedimientos de corrección de fallas y puesta a punto, el primer transbordador operacional, llamado Columbia, vio la luz verde el 12 de abril de 1981, con dos astronautas a bordo, conociéndose esta como la misión STS-1 (space trasnport system).

CONSTUCCION DE LA LEYENDA

El transbordador rápidamente gano amigos, y disipo las dudas acerca de su operatividad y capacidad de carga, ya que al haber sido concebida con un área de carga grande, podía albergar satélites que serán puestos a punto en el espacio, además de que se preveía la capacidad de capturar satélites descompuestos para su arreglo en órbita o su traída a tierra para una revisión mas minuciosa.

De esta forma de enlistan en la flota de los OV, el Challenger (julio de 1982), Discovery (noviembre de 1983) y Atlantis (abril de 1985), se presumía una vida útil de 100 lanzamientos y en medio de la expectativa, se empezaban a planear misiones de larga duración, con tiempos superiores a los 8 días iníciales de casi todas las misiones al espacio. En definitiva, el transbordador había dejado de ser una nave de exploración para convertirse en un vehículo de trabajo, solo que la oficina estaba a 500 kilómetros de altura.

Entre los grandes desarrollos concebidos para este propósito, la Agencia Espacial Canadiense equipo al transbordador con el CANADARM,  un brazo robótico que opera desde la cabina de mando, ha sido de gran ayuda para recapturar satélites averiados y/o hacer reparaciones en órbita, tal como ha sucedido en el Telescopio Hubble, que hace poco termino su quinta y última reparación, antes de ser reemplazado por el telescopio NEXT GENERATION. Por otro lado, la Agencia Espacial Europea (ESA), diseñó un modulo independiente de trabajo, llamado SPACELAB, que es el encargado de hacer experimentos físicos, químicos y médicos (el doctor Llinas dirigió desde tierra un experimentos destinado a entender el cerebro en condiciones de microgravedad).

Todo lo anterior era el presagi o de una leyenda en torno a los vuels espaciales, pero rapidamente fue reducida a una tragedia.

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